La librería anticuaria de Tobias no va muy bien y, además, acaba de sufrir una dolorosa ruptura. Cuando recoge a un adorable perro callejero español de vacaciones, decide sin más preámbulos llevárselo con él a Heidelberg. Resulta que Zola tiene el don de encontrar los libros adecuados para cada uno, porque en cada "arrebatacorazones" olfatea los sentimientos que los lectores anteriores han dejado en él. Así que no sólo pone en forma el negocio de Tobías, sino que poco a poco también su caótica vida amorosa...